En primer lugar, la artista de 33 años dejó muy claro que en ningún momento se marcó como objetivo perder peso, sino que recurrió al ejercicio como una forma de lidiar con la ansiedad después de que su vida se "viniera abajo" tras cumplir los 30 y separarse.
Acudir al gimnasio fue la solución que encontró para "despegarse del teléfono móvil", al que reconoce que se volvió un poco adicta, y, así, en 2019 comenzó un proceso para establecer una rigurosa rutina de entrenamiento."Mi cuerpo ha sido cosificado a lo largo de toda mi carrera. No solo ahora. Comprendo que pueda haber sido toda una sorpresa", dijo antes de pasar a abordar lo que realmente le preocupa: la reacción del público femenino.
Entiendo por qué algunas mujeres se sintieron especialmente dolidas. A nivel visual, yo representaba a muchas de ellas, pero sigo siendo la misma persona. Lo peor de todo es que las conversaciones más brutales se produjeron entre otras mujeres acerca de mi cuerpo. Me sentí muy decepcionada, consiguió herir mis sentimientos.
Adele