La filosofía de Kim Kardashian a la hora de manejar su inmensa fortuna personal, que le ha permitido entrar a formar parte del club de los mil millonarios desde el año pasado, es que todo el dinero del mundo no vale de nada si no puede usarlo para hacer felices a otras personas, y no solo a sus más allegados.
El pasado mes de diciembre, por ejemplo, unió fuerzas con la plataforma de pagos CashApp para regalar 500 dólares a mil personas que se habían visto afectadas por la pandemia del coronavirus y ahora hizo una donación aún más generosa a una mujer que estaba a punto de perder su casa.