La imagen pública de Billie Eilish se vio vinculada desde un primer momento a la ropa ancha y holgada que se ponía en público y que la hacía destacar entre el resto de estrellas del pop de su edad.
La razón por la que Billie Eilish dejó de usar vestidos
Por esa misma razón, la portada que protagonizó hace unos meses para la revista Vogue posando con un corsé causó un gran revuelo porque mostraba una faceta suya más adulta y 'femenina' de lo habitual.
Lo irónico de aquella polémica es que, en realidad, la artista no siempre prefirió las prendas andróginas y solo comenzó a ponérselas a diario debido a las inseguridades que desarrolló al mismo tiempo que aumentaba su fama.
"Los vestidos ampones eran lo que más me gustaba del mundo cuando era una niña. Tenía muchísimos. Me ponía vestidos diario", declaró a la biblia de la moda.
"Fueron mis problemas de imagen corporal los que acabaron con todo eso. ¿Por qué crees que llevo vistiéndome como me he vestido durante los últimos años?".
Sin embargo, todo eso ha cambiado ahora como demostró el hecho de que hace unas semanas asistiera a la gala del Met en una impresionante creación de Oscar de la Renta con un pronunciado escote y una vaporosa falda.