Con tan sólo cruzar el umbral de Inspark te olvidas de inmediato que estás en la Ciudad de México; la primera parada es el "aeropuerto", en donde azafatas nos prepararán para el viaje (con la magia de la tecnología) a China. Una vez listo el visor, los audífonos y el celular —un equipaje muy ligero—, la travesía comienza.
Después del "aterrizaje", no sin antes armar a un dragón o recibir nuestro nombre en chino, la belleza de Shanghái, con su colorido, bullicio de día y noche, arquitectura que combina la tradición asiática y los toques occidentales se revela ante nuestros ojos, un sitio digno de toda atención. La voz de Susana Zabaleta es la perfecta guía para descubrir sus secretos.