La cantante Britney Spears se encuentra inmersa en una de las batallas judiciales más importantes de su vida, la que podría poner fin a nada menos que 13 años de tutela económica y legal, gestionada con puño de hierro por su padre Jamie durante la mayor parte de ese período.
Sin embargo, su papá finalmente cedió a la presión mediática, así como a las del nuevo abogado de la artista, y abandonará su polémico cargo cuando las circunstancias, según él, lo aconsejen.
Semanas atrás, la propia princesa del pop aseguraba en sus redes sociales, que ahora cultiva con mucha frecuencia y fundamentalmente para reivindicar sus derechos, que no volvería a subirse a un escenario hasta que no termine esta pesadilla que la lleva reprimiendo más de una década.
Antes de retomar su vida profesional, la intérprete debe asegurarse primero, con base a su reflexión, de que recupera su estabilidad personal y emocional. En una nueva demostración pública de su enojo, escribió junto a la imagen que compartió. "No actuaré en ningún escenario pronto con mi papá manejando lo que visto, digo, hago o pienso", escribió.
"No actuaré en ningún escenario pronto con mi papá manejando lo que visto, digo, hago o pienso", escribió la estrella hace unas semanas.
Y aunque su antiguo mánager opinó que la carrera musical de la diva estaba acabada y que sus fans tendrán que irse haciendo a la idea de que Britney no volverá a sorprenderlos con más novedades discográficas, giras de conciertos o residencias en Las Vegas, Sam Asghari, novio de Britney, quiso dejar en claro que ese no es el caso y que la artista resurgirá en los escenarios como el ave fénix.
"Por supuesto, hombre", respondió en tono molesto al ser cuestionado sobre este asunto por el portal de noticias TMZ.
Aunque la cantante dijo hace unos días que este solo era el comienzo y que quedaba un largo camino por recorrer a la hora de recuperar la independencia económica y legal que le fue arrebatada hace 13 años, lo cierto es que Britney ha ganado mucha seguridad y confianza en sí misma desde que, hace unas semanas, prestara declaración en el juzgado para arremeter contra su padre Jamie y otros responsables de su "abusiva" tutela.
"Desde que Britney alzó la voz y habló en la corte, las cosas han cambiado mucho. Ya ha ganado un poco más de control sobre su vida y siente que se ha quitado un buen peso de encima.
Ahora se siente libre al menos para decir abiertamente lo que piensa", dijo un informante al portal de noticias E! News."Todos sabemos que jamás seré capaz de olvidar todo lo ocurrido y seguir adelante con mi vida hasta que haya dicho todo lo que necesito decir”.
