Maki y Juan Soler anunciaron su separación a finales de noviembre de 2018, sin embargo, los actores mantienen una buena relación por el bien de sus hijas, Mía y Azul, además que en diferentes ocasiones han declarado que su divorcio se dio en buenos términos.
Ahora, Maki reveló una de las razones por las que decidió separarse del actor. En su más reciente participación en el programa ‘Netas Divinas’, la actriz contó que cuando llegó a la edad de los 40 años atravesó por una crisis que la hizo reflexionar en varias muchas cosas, entre ellas su divorcio
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“Me casé a los 28, tuve a mis hijas a los 30 y a los 40 tuve una hiper crisis de identidad, de sentir que me hacía falta vivir. Me divorcié porque estuve con esa crisis como a los 42 y eso me llevó a divorciarme”, reconoció la también conductora.
Maki declaró que caer en una rutina y ser solamente una ama de casa también desató la crisis por la que atravesó. “Fui actriz, salí, tuve otros novios, a los 25 lloraba porque decía que ya no me casé, soy una solterona y conocí a Juan, vivimos una vida muy padre juntos”.
“Me dediqué a mis hijas, a ser ama de casa, me volví mega fresa de café con las amigas, madre abnegada y la esposa devota. Me volví una ama de casa espectacular”.
La argentina recordó cómo fueron los preparativos de su boda con Juan Soler, además le reveló a las conductoras del programa que se arrepiente de haberse casado con un vestido amarillo.
“Juan me dijo: 'Ya me casé 25 veces en 25 novelas, no te vas a casar de blanco' porque compré un vestido de novia, me acompañó la hermana de Juan, pero estaba muy x. Entonces la de vestuario de Televisa me dijeron que me querían hacer mi vestido de novia, les dije que fuera amarillo, como un camisón”.
Maki comentó que no vio su vestido de novia hasta el día de su boda. “Ni vi la tela, ni vi el diseño hasta el día que me lo entregaron. No tenía ni siquiera el ramo hecho, en Acapulco me crucé al mercado a comprar las flores el día de la boda. Me arrepiento del vestido porque aquí en México las quinceañeras se visten con colores”.
Finalmente, Maki reconoció que le encantó estar casada. “A mi me encanta, te da una estabilidad emocional, es padre. Ahora me siento un bicho rarísimo llegando sola a los lugares, sí me hace falta. No me siento normal, no estando casada”, agregó.