Además de enfrentar un batalla legal para recuperar el control de su vida, Britney Spears ha tenido que soportar otro duro golpe en su vida: no ha podido ver a sus hijos debido a un cambio en el acuerdo de custodia que tenía con su exesposo, Kevin Federline, algo que le ha causado dolor y enojo.
Spears y Federline le dieron la bienvenida a sus dos hijos, Sean Preston y Jayden, en 2005 y 2006, respectivamente, y tras su divorcio un juez les otorgó una custodia compartida del 50 por ciento, pero en septiembre de 2019 el acuerdo cambió al 70 por ciento para Federline y al 30 por ciento para Spears.