A pesar de la resistencia inicial a la hora de asumir el fin de su matrimonio tras siete años de convivencia y con cuatro hijos en común, el rapero Kanye West habría llegado ya a la conclusión de que no le queda más remedio que aceptar que su historia de amor con Kim Kardashian ha terminado.
Kanye West ya aceptó que tiene que divorciarse de Kim Kardashian
Eso explica que el músico vaya a facilitar al máximo su proceso de divorcio y el objetivo de que su relación con la madre de sus hijos sea lo más amistosa posible.
Una de las escasas revelaciones que ha trascendido de su litigo en los juzgados es que el artista y la estrella televisiva compartirán la custodia de su prole -North, Saint, Chicago y Psalm- una vez estén oficialmente divorciados:
Un acuerdo que encaja perfectamente en las alabanzas que la celebridad ha dirigido siempre al intérprete cuando se trata de valorar su papel de padre. Según fuentes de su entorno, Kanye quiere que la familia permanezca unida con independencia de la naturaleza del vínculo personal entre los dos progenitores.
"Kim y Kanye están pasando mucho tiempo juntos con sus hijos. Kanye ha asimilado finalmente que Kim quiere divorciarse y no pondrá más impedimentos. Durante un largo período de tiempo esta situación fue muy dura para él.
Estaba decepcionado y disgustado, pero ahora ha vuelto a encauzar su vida", ha apuntado un informante a la revista People, añadiendo que Kanye hará todo lo que esté en su mano para que su relación con Kim sea cordial y, por tanto, beneficiosa para sus vástagos."Kanye quiere lo mejor para sus hijos.
Ahora mismo tiene una relación muy amistosa con Kim y sabe que eso hace a los niños felices. Han estado pasando tiempo juntos como la familia que son, y eso es lo más importante", dijo el informante acerca de esa visita privada de la que los seis disfrutaron el pasado fin de semana en el Museo de Arte Asiático de San Francisco, en California.