Yo solía ver mujeres amamantando a sus bebés y pensar que era muy fácil (tooodo menos eso) después me embaracé y al empezar a investigar y escuchar las diferentes experiencias, me aterré. Me daba más miedo la lactancia que el parto ”.
Posteriormente, la actriz contó el momento en que empezó a padecer por la alimentación de su hijo. “Mi lactancia comenzó siendo “perfecta” hasta que tuve una complicación médica por la que tuvieron que internarme varios días. Siempre comparto que, en esos momentos difíciles, el deseo de alimentar a mi bebe y tenerlo cerca fue lo que me sacó adelante pero el problema fue que al regresar a casa después del shock la producción de mi leche casi había desaparecido.
Ahí comenzó un proceso super rudo del que solo salí adelante porque creo que soy muy terca : meses de relactar (horas con una botellita y sondas para alimentar a Liam), obstrucciones en el pecho, problemas en la espalda, ansiedad por no saber si estaba alimentando bien a mi bebe, críticas, sentir que solo vivía para sacarme leche un revoltijo de subes y bajas que hoy, 7 meses después , he conquistado y agradezco porque por fin estoy disfrutando al máximo poder compartir y regalarle esto a Liam”.