Sam Lutfi, antiguo mánager de la cantante y una figura muy controvertida en su pasado, se siente en parte responsable de la situación en que se encuentra actualmente la princesa del pop y espera que pueda librarse por fin de la tutela legal a la que vive sometida
Entre las muchas figuras controvertidas que han pasado por la vida de Britney Spears, o que continúan formando parte de ella, Sam Lutfi ocupa un lugar destacado.
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Su antiguo mánager renunció a su equipo durante la época en que la princesa del pop se encontraba inmersa en un complicado proceso de divorcio con el padre de sus dos hijos, Kevin Federline, y poco a poco se convirtió en su aparente mano derecha.
El nivel de poder que llegó a acumular acabó preocupando a los padres de la cantante, que le acusaron de haberse mudado con su famosa hija para controlar todos los aspectos de su vida y de sus finanzas asegurando además que la drogaba, que deshacía pastillas en su comida y que había cortado los cables del teléfono de su casa para que Britney no pudiera hablar con su familia. El despido de Sam coincidió con el inicio de la tutela a la que ella vive sometida desde hace una década.
Ahora él ha sido el último en pronunciarse acerca de la batalla legal que ha iniciado su antigua representada para poner punto final a esa polémica medida que se tomó durante su supuesta crisis mental y emocional, y de la que su ex mánager se siente en parte responsable.
Just sitting here listening to that court recording, if she hates me after she's free I won't blame her... I failed her, I was supposed to protect her from all this, I let her down and we both paid dearly for it - - head in hands..I'm so sorry
"Estoy sentado aquí escuchando la grabación de su testimonio en el tribunal, y si ella me odia después de ser libre, no la culparé", dijo Sam en Twitter. "Le fallé. Se suponía que debía protegerla de todo esto, pero la defraudé y ambos lo pagamos caro. Lo siento mucho".
Sam solo espera que la decisión que ha tomado un juez este mismo miércoles, para permitir que Britney elija a su abogado, algo que no había podido hacer hasta ahora, le ayude a desvincular a su padre Jamie Spears de su carrera y su fortuna personal, algo que la artista lleva mucho tiempo tratando de lograr.
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"Esta es una publicación de celebración prematura, pero por ahora hay un nuevo sheriff en la ciudad y están a punto de rodar cabezas. Puede que la guerra esté a punto de terminar, pero la recuperación será un viaje tremendo que aún no ha comenzado. Que Dios bendiga a todo el ejército. Os quiero a todos", ha añadido dirigiéndose a quienes han apoyado el movimiento #FreeBritney.
El equipo legal de Britney ha obtenido dos órdenes de alejamiento contra Sam en el pasado: una temporal en 2008 y otra más en 2019 cuando expiró la validez de la primera.