Parece que Kate Moss encontró una nueva vocación lejos de las pasarelas, pero que en el fondo también guarda bastante relación con el mundo de la moda. Según reveló Daniel Casone, un popular tatuador de Londres que resulta ser buen amigo suyo, la modelo de 47 años empezó a mostrar recientemente un interés considerable por su profesión y le ha pedido que le dé clases particulares.
Kate Moss deja atrás las pasarelas y se reinventa como tatuadora
Por el momento, Daniel ha sido su único cliente y Kate inmortalizó su primer diseño en tinta en su brazo: su nombre acompañado del dibujo de un corazón.
"Me dijo que quería que le enseñara a hacer tatuajes para que pudiéramos ir juntos al festival de Glastonbury y tatuar a los asistentes. Me llamó para que me reuniera con ella y le hiciera un tatuaje, y al final fue ella quien acabó haciéndome uno a mí", dijo al periódico al Sunday Mirror.
Por mucha voluntad que le esté poniendo al asunto, a la modelo aún le queda bastante por aprender y su mentor reconoce que no estaba preparada para utilizar la pistola cuando insistió en probar su talento con un sujeto vivo, lo que es lo mismo, con él: "En realidad, no, pero se trata de Kate Moss, así que le dejé hacer lo que quisiera".
Por otra parte, ella no es la única que se siente fascinada por todo lo que rodea la cultura del tatuaje, ya que Daniel también ha tratado de mostrar los entresijos de esta forma de arte a la cantante Rita Ora.
"Suele resultar bastante doloroso ponerse en sus manos porque no saben lo que están haciendo y atraviesan demasiado la piel, pero no me importa. Creo que entre Rita y ella se ha establecido una especie de competición. Este tipo de gente ha vivido muchas experiencias, pero si hay algo que no han hecho, es tatuar a otra persona. Cuando se ponen manos a la obra, empiezan a temblar. Están fuera de su zona de confort y se trata de una experiencia increíble para ellos", aseguró.