Muchas estrellas de cine cuentan con un 'archivo' en el que guardan las creaciones de gala que han utilizado a lo largo de su carrera en estrenos, entregas de premios y eventos similares.
En los últimos tiempos, cada vez más se han animado a reciclarlos, como Rita Moreno deslumbró en los Óscar de 2018 con el vestido que llevaba cuando ganó su estatuilla dorada en 1962, o darles una segunda vida prestándoselos a otras personas, como ha hecho ahora Brooke Shields.