El episodio 6 de Luis Miguel, la serie fue implacable con Alejandro Asensi (en la ficción Mauricio Ambrosi). En él se contó cómo empezó a fracturarse la relación entre los mejores amigos y colaboradores de trabajo y se reveló que el español sería el culpable del accidente en el concierto de Perú que dañó el oído izquierdo del cantante y pudo provocarle sordera.
Según se presenta en la serie, con el fin de ahorrarse varios cientos de dólares, Mauricio firmó un contrato con una empresa de sonido peruana con aparatos deficientes y habría reportado la contratación de una compañía de primer nivel.
Como se sabe, en ese concierto una falla técnica en el audio provocó que un audífono explotara en el oído del cantante provocándole el síntoma crónico conocido como tinnitus, mismo que los últimos años ha deteriorado su audición y capacidad de canto.
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En esta entrega también se cuenta cómo Luis Mi y Alejandro comienzan a alejarse a pesar de ser amigos desde la infancia.
Macarena Achaga y Fernando Guallar son Michelle Salas y Mauricio Ambrosi en Luis Miguel, la serie
En el episodio anterior, Micky se había enterado de que Asensi canceló un vuelo a Madrid para ir a recoger a Michelle a una fiesta en Querétaro y le había prestado su chamarra para cubrirse del frio. Luis Mi no ve con buenos ojos este gesto y le deja claro a Ambrosi: “Su padre soy yo, no se te olvide eso”.
En la vida real, la ruptura entre Luis Miguel y Alejandro Asensi se habría dado, sí, en parte por Michelle Salas, con quien tuvo una relación a sus espaldas, pero también por los supuestos malos manejos del mánager.
En el libro biográfico Oro de rey se narra que LuisMi y Asensi se conocieron gracias a que sus papás, Luisito Rey yel periodista de espectáculos Pepe Asensi, eran amigos. La amistad de sus hijos nació en España, cuando eran niños, y continuaron su relación a lo largo de los años.
Con el tiempo, Asensi se convirtió en su mánager y años después, en 1977,fundaron la productora musical Lion Enterprises, con sede en Los Ángeles. Los biógrafos aseguran que esta empresa era “una máquina de hacer dinero; a través de ella se canalizaban los ingresos por las giras, las producciones de discos, las ventas de discos y eventos. Solamente por concepto de cada gira, las empresas de Luis Miguel podían llegar a facturar alrededor de 50 millones de dólares, dependiendo de la duración de la gira…”.
Según los biógrafos, el 10 por ciento de esas ganancias iba a parar a la cuenta de Asensi.
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“La relación escandalosa con Michelle Salas sería el primer paso del adiós precipitado y los números, el segundo y definitivo, a pesar de que el contrato con Alejandro Asensi expiraba en 2011”, dice el libro. En ese momento, Luis Miguel también empezó a sospechar que algo no iba bien en el manejo de sus finanzas.
Luis Miguel respetó el contrato, pero le dejó de hablar de un día para otro. “Luis Miguel dijo a un íntimo amigo suyo que su mayor decepción fue comprobar los resultados de una auditoría que había encargado”. Sí, la serie no se aleja nada a la realidad.
Los biógrafos aseguran que Asensi dejó en Luis Miguel una profunda herida y un rencor que aún no puede superar. Siempre que lo mencionan, Luis Mi dice que no quiere ni oír hablar de él. Polo Martínez, gran amigo y ex manager de Micky, dice sobre Asensi: “Al empezar Asensi se comportó muy bien con Luis, es mi opinión personal. Después, probablemente se le subió el cargo a la cabeza con lo que estaba ganando y quiso ser como el propio Luis Miguel”.
Entonces, de andar por todos lados con él y de compartir prácticamente todo, Asensi cambió, sobre todo desde que Michelle Salas entró a la vida de Luis Miguel. “De ser una persona exigente por la responsabilidad del cargo pasó a ser una persona explosiva, altiva y sarcástica en muchos aspectos, también con el equipo de trabajo e, incluso, llegó a tener ausencias e incumplimientos que hasta ese momento no había tenido, faltando a citas establecidas”.
La cosa escaló aún más. En el libro se detalla que Asensi empezó a cantar las canciones de Micky en la oficina e, incluso, hizo una audición y “se puso a cantar las canciones [de Luis Miguel] delante de los ejecutivos”, situación que a Luis Miguel no le pareció.
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Los autores de Oro de rey cuentan que Asensi llegó a querer acaparar a las fans de Luis Mi yllegó a tener su propio club de fans en Los Ángeles, tal vez por su sueño frustrado de ser cantante.
Se dice que Asensi se volvió muy controlador y celoso con las personas que rodeaban a Luis Miguel. Llegó un momento en el que no permitía que nadie se le acercara, ni siquiera sus amigos. El libro presenta varios incidentes: Armando Manzanero le mandaba a Micky cochinilla pibil cuando estaba en México, pues le encantaba, pero Asensi no se la entregaba, lo que era malinterpretado por el maestro.
Cuando Enrique Ponce y su entonces esposa Paloma Cuevas fueron a un concierto de Luis Miguel en España, Asensi no los dejó entrar a saludarlo al camerino con el pretexto de que había quedado muy cansado después del show, esto a pesar de que la pareja y Micky tenían planes de cenar esa noche. Tampoco dejó entrar a saludarlo a Ana Claudia Talancón y Ana de la Reguera.
Es muy sonado el episodio de Martha Sánchez y su hermana gemela Paz Sánchez, quien estaba enferma de cáncer. Como su última voluntad deseaba hablar por teléfono o tener un encuentro con Micky porque era gran fan. Quien respondía las llamadas era Asensi. Incluso la propia Martha Sánchez se comunicó en varias ocasiones con Alejandro para que cumpliera el sueño de su hermana, pero jamás obtuvieron una respuesta. Micky se enteró por la prensa de lo que había pasado y de que Martha lo había tachado de inhumano.