La cercanía de López con Luis Miguel fue tal, que lo apoyó en los momentos más oscuros, cuando las adicciones llegaron y al enfrentar, en 1992, la muerte de su papá, Luisito; fue gracias a Hugo que el cantante pudo viajar a Barcelona para despedirse de él y poco después también lo ayudó para que pudiera estar al lado de sus hermano menor, Sergio.
"Lo construí desde la ficción, era un tipo noble, con ética y un ser que completó, de alguna manera, la paternidad de Luis Miguel. Era una persona de buen decir y hablar; argentino, lo que me quedaba bastante bien; trabajé de forma interactiva con todos lo compañeros haciendo a un argentino normal", explicó Bordón.
Una tragedia más
Hugo López se enteró de que padecía cáncer de colón a principios de 1993, la misma enfermedad se había llevado a su papá tres años antes. Decidió ocultar su padecimiento, incluso a Luis Miguel, la única que lo sabía era su entonces esposa, Lucía Miranda, quien estuvo con él hasta el final.
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'Micky' se enteraría de la enfermedad de su "papá por elección" 14 meses antes de su muerte, cuando lo visitó en el Centro Médico ABC. El artista no pudo evitar llorar mientras que su hombre de más confianza, postrado en una cama, le aseguraba que vendrían muchos éxitos más para los dos.
"¡P**a, esta p***he enfermedad del cáncer! ¡¿Cómo puede ser que ahora me pase esto con Hugo?!", gritaba Luis Miguel, mientras golpeaba las paredes de la clínica, sin dejar de llorar. Esa fue la última vez que lo vio. López murió el 30 de noviembre de 1993, a los 51 años, mientras su "hijo" estaba en una gira por Sudamérica.
"Lo trabajé en forma tácita, lo más refinado posible, con el uso del lenguaje puntilloso y fundamentalmente quedó bien el personaje. Las personas que lo conocieron se acercaron para decirme que él era como yo lo hacía, fue una serie de cosas en la que entró en la mística de la actuación y se alinearon", finalizó César.
