El cuarto capítulo de Luis Miguel, la serie dejó al descubierto que, aunque en sus primeros años de carrera Luis Miguel trató de arreglar el desastre financiero que le dejó su papá, quien tomó una parte de la fortuna de su hijo, los problemas de dinero continuaron para “El Sol”.
El origen de los problemas económicos de Luis Miguel
En la temporada pasada se reveló que Luisito Rey lo desfalcó llevándose 20 millones de dólares… mismos que, después Micky descubrió, se debían en impuestos a Hacienda. El problema era tan serio que Micky estuvo a punto de pisar la cárcel.
El tema monetario se puso en orden, pero Luis Mi “siempre ha tenido mucha mano para gastar mucho dinero y ha sido descuidado en el control de las finanzas”, se lee en Oro de rey, la última biografía de El Sol.
En la ficción, Miguel Alemán contrata a Azucena, quien se encargará de auditar las finanzas tanto personales como de la empresa de Luis Miguel, con el fin de que él compre el viñedo que producirá vinos, el nuevo negocio de El Sol.
Desde entonces, 2005, Azucena descubre que hay datos inconsistentes entre los ingresos reportados y las ganancias reales. Y la biografía Oro de rey lo corrobora: “Con la llegada de la nueva década empezaron a darse los primeros síntomas graves de preocupación por las finanzas…”.
Sin embargo, fue hasta 11 años después, en 2016 y a raíz de las cancelaciones de sus conciertos en varias plazas del país y el extranjero, que Luis Miguel se vio envuelto en una crisis financiera que lo llevó a enfrentar demandas, embargos y problemas con managers e incluso con colegas como Alejandro Fernández.
Ya para 2010, aunque seguía haciendo muchas presentaciones “su economía incomprensiblemente seguía dando motivos de preocupación, empezó a perder dinero a raudales”.
Para 2017 tuvo que deshacerse de varias propiedades , pues incluso había recibido una amenaza de desarraigo que terminó en una orden de arresto. “Las casas de Acapulco, el departamento de Miami, la casa de Los Ángeles, todo empezó a quedar atrás. Acabó viviendo rentando en el lujoso y exclusivo sector de Bel-Air y tuvo que enfrentar más tarde hasta un aviso de desahucio por impago de su renta mensual”.
A esos problemas hay que agregar que también tenía una deuda de casi cuatro millones de dólares con la disquera Werner Music que, alegaba, le había pagado sin haber dado a cambio disco alguno cuando se había comprometido a producir cuatro álbumes.
“Un alto ritmo de vida, gastos descontrolados, falta de ingresos, deudas, préstamos, pleitos…”. Micky estaba en una crisis real y fue en gran parte gracias a su amigo Miguel Alemán Magnani y a su plan de rescate que pudo librar todo aquello.