En la cuenta regresiva del estreno de la segunda temporada de Luis Miguel , la serie recordamos los siete momento clave del capítulo 11, donde se tocaron las fibras más sensibles de los espectadores al revelar momentos poco conocidos en la vida del cantante.
Tal es el caso de cómo fue la última vez que vio a su mamá, Marcela Basteri con vida, cómo vivió la separación de sus papás o el deterioro físico paulatino de Luis Rey.
De acuerdo con la serie, fue Erika Camil quien, sin querer le dio la idea a Luis Miguel. El cantante tenía poco tiempo para producir un nuevo disco y el material con el que contaba no era muy bueno, además de que el compositor Juan Carlos Calderón estaba muy atrasado con la entrega de las nuevas canciones.
La serie da a conocer que en un encuentro entre Erika y Luis Miguel en Acapulco, se pusieron a ver juntos una película en blanco y negro que les encanta a los dos y ella le dice: “Lo clásico jamás pasa de moda”.
Así es como Luis Miguel idea hacer el disco Romance, editado en 1991 y producido por el maestro Armando Manzanero. Sencillos como “Inolvidable”, “No sé tú” y “Contigo en la distancia” lograron que el álbum recibiera ocho discos de platino y que vendiera más de 7 millones de copias tan sólo en México. Con el tiempo se convirtió en el álbum más vendido en la carrera de Luis Miguel.
Armando Manzanero estuvo involucrado en varias de sus producciones posteriores, como el Segundo romance, Romances, Amarte es un placer y Mis romances. Aunque no han vuelto a trabajar juntos y Manzanero declaró hace un tiempo que Luis Miguel “es un malagradecido”, también dijo hace poco que no hay mejor artista que Micky y que está interesado en volver a trabajar con él.
En el episodio 11 quedó al descubierto que fue el hijo del ex presidente Miguel de la Madrid quien puso en contacto a Luis Miguel con el Mossad (aunque en la vida real se ha dicho que fue la Interpol).
Por lo que se ve, el cantante tuvo un encuentro con un agente de la policía secreta israelí, quien investigó sobre el paradero de Marcela Basteri.
Fede tuvo este gesto con Luis Miguel pero como un favor a Erika, pues en realidad se detestaban mutuamente; uno, por ser el novio oficial de Erika y el otro, porque muy en el fondo sabía que lo que sentía por ella era más que un amor de hermanos.
Desde el año 1990, la salud del papá de Luis Miguel empezó a mermar debido a sus excesos en alcohol y drogas. Incluso, en el episodio 9 lo vimos estar a punto de sufrir una congestión alcohólica.
Pero de alguna manera, también le afectó el hecho de que su disquera se fuera a la ruina y que, aunque había grabado un nuevo disco, Luis Rey, Canta mi guitarra, nadie en España lo hubiese querido distribuir; según la serie, Luis Rey recurrió a un antiguo amigo, Andrés García, quien tampoco le ayudó a que retomara su carrera de cantante. Al ver que todos le daban la espalda, a Luis Rey no le quedó otra que vender sus propiedades, incluso el penthouse que tenía en la Ciudad de México. Para entonces ya había perdido mucho peso, estaba ojeroso, demacrado. Y aunado a eso estaba el rechazo de su hijo mayor.
El cronista Javier León Herrera relata en su libro Luis Miguel: la historia, los intentos de Luis Rey por acercarse a su hijo: “… Luisito… inventaba excusas para reencontrarse con su hijo, se volvió desesperadamente pesado, inventó el invento como él decía, pero recibió un desplante detrás de otro, dando a lugar a escenas y situaciones muy embarazosas cuando los guaruras le impedían el acceso, lo cual era aprovechado por sus tíos para contarlo de manera sesgada diciendo que el papá acudió a una fiesta privada en el que había sido su propio penthouse en México con un jamón de regalo para intentar verlo. No lo dejaron pasar, le devolvieron el regalo diciendo que se podían ir el regalo y el remitente”.
En 1991, Luis Miguel se enteró por boca de Fede de la Madrid que su relación con Erika Camil había terminado. En Acapulco, y luego de disculparse con ella por haberle gritado, la besa y así inicia una relación que según varios testigos duró entre siete u ocho años. Toy Starr, mamá de Erika, contó que la familia Camil siempre quiso mucho a Luis Miguel.
Tal parece que poco antes de que Luis Miguel iniciara su gira internacional, en 1986, Luisito Rey tuvo una discusión con Marcela, pues ella se entera de que él ha gozado de la vida y los viaje con otras mujeres. En un momento de la pelea él la reta: “¿Qué vas a hacer?, ¿dejarme?”. A lo que ella le contesta que ya se ha tardado en hacerlo. “Si me dejas, te mato”, le contesta él…
Pero según algunas publicaciones como la de Claudia de Icaza, El gran solitario, la ruptura se dio en 1985.
"Le dolía ver cómo su hijo mayor era transportado a un sinfín de países como artículo de consumo, mientras en su casa se daba gradualmente la desintegración familiar. Esa desunión terminó por asustarla, llevándola enfrentar constantes conflictos con su marido, quien al parecer se había volcado por completo en la carrera artística de su hijo… El rompimiento se dio en 1985, provocando en Luis Miguel un gran desequilibrio emocional… Sin duda ha sido una de las etapas más duras de su vida. Contaba apenas con 15 años”.
Como parte de su gira internacional, Luis Miguel tuvo una presentación en el icónico estadio Luna Park en Buenos Aires. La gran sorpresa de la noche fue para él, pues no esperaba que su madre hubiese viajado de México para verlo. Iba acompañada por su madrastra Cata y sus hermanos Alex y el pequeño Sergio.Es tal la emoción del encuentro que Luis Miguel la invita a subir al escenario con él, donde le canta el tema “Marcela”.
No fue en ese estadio de Luna Park, pero sí en Buenos Aires. Y es que cuando el agente del Mossad le pregunta cuándo fue la última vez que la vio, Luis Miguel recuerda que fue en Buenos Aires, en un día muy alegre, pero a la vez amargo y doloroso.
Estaban los tres hermanos con Cata, donde se tomaron polaroids del recuerdo y Luis Miguel no cabía de felicidad por estar de nuevo reunido con su madre y sus hermanos. Pero de pronto llega Luisito Rey y la atmósfera feliz se termina en un instante.
El último recuerdo que Luis Miguel tiene de su madre es de él, sus hermanos y sus padres “reunidos” por los gritos de Luisito Rey anunciándoles que su madre “quiere separarse” y que deben elegir en ese momento con quién se quedan, con ella o con él.
Tal parece que el remordimiento de haber elegido a Luisito Rey y no a Marcela acompañará a Luis Miguel toda la vida, como cuenta Claudia de Icaza en su libro El gran solitario.
“‘El divorcio de mis padres - confesó dolido - no sólo fue un problema de pareja, los hijos también formamos parte de ese conflicto… yo en especial. Mi padre siempre viajaba conmigo y… el pretexto fue ese. A mí me parece absurdo’, señaló tajante. “‘Te culparon a ti, ¿fue eso? - insistí. “‘No fui exactamente el motivo principal - suavizó- lo que sucede es que al surgir estos problemas hay mil justificaciones que se pueden encontrar - nuevamente dolido. Para ellos yo fui el pretexto. Y bueno, si no se querían o no se llevaban bien, perfecto; pero sus decisiones no debieron afectar a los hijos”.
