En la primera parte de la charla con Évole ("Lo de Évole", La Sexta), que tuvo lugar en la Ciudad de México donde reside el artista, Bosé apenas habla de la pandemia. Sí lo hará, como se aprecia en el avance, en la segunda parte que se emitirá el próximo domingo.
Pero sí ha contado detalles íntimos de su vida privada, como lo sucedido tras la ruptura con quien fuera su pareja durante veinte años, el escultor Nacho Palau, una situación de estrés que le hizo perder por completo la voz.
"Cuando se pierde la admiración por la persona con la que estás, cuando todo se derrumba, en mi caso por discreción, por responsabilidad, por educación también, aguantas; cuando aguantas, todo eso se envenena y cuando estalla, estalla mal y empiezan los problemas serios. El primer problema gordo que yo tuve fue la voz. Ahora puedo hablar, pero he llegado a tener cero voz", ha confesado.
También ha hablado de sus años “salvajes” de “drogas, sexo a lo bestia, tabaco, sustancias, hampa” que comenzaron a finales de los ochenta y se prolongaron por décadas. Consumía a diario, hasta dos gramos de cocaína, ha confesado.
Lo dejó, ha explicado, de un día para otro y de manera radical. “Todo el mismo día y al mismo tiempo, subiendo unas escaleras a un escenario, dije 'se acabó'. Las fuerzas que a uno le hacen tomar estas decisiones tan radicales solo vienen de dentro”, ha dicho el artista, quien ha precisado que cuando se desenganchó sus hijos ya habían nacido por lo que tenía nuevas "responsabilidades" que atender.