Este martes la princesa del pop rompió por primera vez el silencio acerca del documental ' Framing Britney ' producido por el New York Times sin su consentimiento o implicación para analizar el acoso mediático que ha soportado a lo largo de su carrera, en especial durante la crisis nerviosa que sufrió en torno a 2008, y la legitimidad de la tutela legal a la que aún vive sometida.
La triste reacción de Britney Spears al escuchar lo que se dice de su documental
La cantante admitió que se sintió "avergonzada" por el contenido de la comentadísima producción a pesar de que tristemente esté más que acostumbrada a que se "especule" acerca de sus asuntos más privados y a que se la juzgue y observe constantemente.
"No he visto el documental, pero por lo que he leído del mismo, me sentí avergonzada por la atención que han puesto sobre mí. Lloré durante dos semanas y bueno .... ¡¡¡¡Todavía lloro a veces!!!!", dijo en su cuenta de Instagram.
A estas alturas, Britney ha aprendido a lidiar con la presión y recurre al baile, creando coreografías que comparte a menudo en las redes sociales, para tratar de mantener la cordura.
"He estado expuesta toda mi vida actuando delante de la gente. Se necesita mucha fuerza para confiar en el universo y mostrarte realmente vulnerable porque siempre he sido juzgada... insultada... y ridiculizada por los medios de comunicación... y lo sigo siendo a día de hoy.
El mundo sigue girando y la vida continúa, y nosotros seguimos siendo frágiles y sensibles como personas", señaló la artista para intentar que sus seguidores comprendan la situación en que se encuentra.
Britney también ha admitido que no es ni mucho menos "perfecta", pero insiste en que solo quiere "transmitir bondad" a los demás:
"Hago lo que puedo a nivel espiritual conmigo misma para intentar mantener mi propia alegría... amor... y felicidad. ¡¡¡La danza me proporciona alegría todos los días!!! No estoy aquí para ser perfecta ... lo perfecto es aburrido", concluyó.