Ryan Fischer recibió cuatro disparos el pasado mes de febrero en el forcejeo que tuvo lugar cuando unos desconocidos le abordaron en plena calle mientras paseaba a los bulldogs franceses de Lady Gaga y secuestraron a dos de los tres perritos antes de salir huyendo dejándole gravemente herido en la acera.
Paseador de los perros de Lady Gaga, herido durante robo, sale del hospital
Un mes después de este terrible suceso, que por suerte se saldó con el regreso de los animales sanos y salvos a casa de la cantante, Ryan ha echado mano de Instagram para compartir nueva información sobre su estado de salud y desvelar que su proceso de recuperación no ha estado exento de altibajos. En un principio, pensó que estaba evolucionando favorablemente -"pasé de desangrarme en el suelo, a ser un paciente de la unidad de cuidados intensivos demasiado activo"- y solo estaba esperando a que su pulmón se curara por completo para poder irse a casa.
"Con el tubo torácico retirado (que sólo puedo comparar a la extracción de un bebé extraterrestre) y mi nivel de oxígeno en sangre estable, comenzó el viaje al exterior para recuperarme en compañía de mis seres queridos. Estaba preparado para iniciar el camino hacia la curación del trauma emocional y continuar mi camino. La vida volvería a la normalidad muy pronto", ha recordado.
Sin embargo, una vez fuera del hospital se percató de un preocupante ruido "como un silbido acompañado de un burbujeo" que escuchaba cada vez que respiraba y, tras una nueva visita al médico durante la que le realizaron una radiografía, tuve que volver a ser ingresado: "Me llevaron a la misma sala de urgencias donde había estado una semana antes: mi pulmón había colapsado y el aire llenaba la cavidad torácica", reveló.
Afortunadamente, todo quedó en un susto y ya ha recibido el alta hospitalaria para regresar a casa, aunque sabe que le queda un largo camino por delante para lidiar con las heridas no visibles que le ha dejado esta aterradora experiencia.
"Ahora estoy encontrando mi lugar en el mundo exterior, donde los desencadenantes son muy reales y trabajar con el trauma implica mucho más que lidiar con un momento desafortunado de mi vida", dijo.