A sus 83 años, Jane Fonda está más ocupada que nunca en su carrera artística gracias al éxito de la serie Grace y Frankie en Netflix y su proceso de reinvención como activista medioambiental, que le ha llevado a protestar en las escalinatas del Congreso estadounidense y renunciar a comprar ropa nueva.
La única parte negativa es que, con tantos proyectos entre manos, a la legendaria actriz no le queda energía para tratar de rehacer su vida amorosa luego de tres matrimonios fallidos y dos hijos.