Aunque una separación nunca es un tema fácil, muchos famosos han demostrado que la amistad, la cordialidad y el respeto pueden estar por encima de cualquier diferencia como pareja, Gwyneth Paltrow y Chris Martin son una de esas parejas ejemplares que, pese al divorcio, siguen conviviendo de la mejor manera por el bienestar de sus hijos.
Cinco años después, Gwyneth confiesa lo doloroso que fue su divorcio de Chris
Pese a que el divorcio ocurrió hace cinco años y Gwyneth y Chris son los mejores amigos, al punto de convivir con sus parejas actuales sin ningún inconveniente, ahora, la actriz ha declarado que en un principio le aterraba la idea de separarse del papá de sus hijos.
En una entrevista para el podcast de Ana Faris, la protagonista de “Contagio” reveló que ella nunca tuvo en mente que la separación podía ser una opción, aunque, ahora, varios años después, agradece lo que ha aprendido durante este proceso.
“Aprendí mucho de algo que era lo último que quería en este mundo porque yo nunca quise divorciarme. Nunca quise no estar casada con el padre de mis hijos, pero he aprendido más sobre mí durante ese proceso de lo que nunca imaginé”, relató.
“Y precisamente gracias a eso, a que me centré en mi responsabilidad hacia mis hijos durante el divorcio, pude encontrar al hombre más asombroso y construir a su lado algo que nunca había tenido”, afirmó haciendo referencia su actual esposo, Brad Falchuk.
A propósito de su nuevo esposo, Gwyneth habló del flechazo entre ellos y reconoció que en algún momento llegó a sentir que no estaba lista para involucrarse emocionalmente con nadie.
“Al principio éramos solo amigos, unos que se conocían desde hace mucho tiempo, y de repente nos enamoramos. Yo tenía dudas sobre si debíamos salir juntos, sobre si era adecuado que eso ocurriera. Estaba muy asustada porque Brad es una persona que demanda una intimidad y una comunicación constante de una manera que yo no sabía cómo ofrecerle”, reveló.
Inlcuso, Paltrow confesó sentirse retada a madurar frente a los problemas que llegan a surgir con su nueva pareja, quien la ‘obliga’ a solucionar los conflictos en lugar de salir huyendo ante el primer disgusto.
“Por ejemplo, a mí me gusta cuando nos peleamos irme de la habitación y cerrar la puerta. Pero él no, él me obliga a sentarnos a hablar de lo que ocurre para averiguar cómo solucionar el problema. Me pide que sea honesta con él y conmigo misma de una manera que es muy dura pero que a la vez me ha ayudado mucho a crecer”, confesó.