Demi Lovato estuvo muy cerca retroceder en su proceso de recuperación, es decir, su compromiso por una vida más saludable y marcada por la sobriedad, poco después de sufrir esa sobredosis que a punto estuvo de costarle la vida en el año 2018.
Según reveló en su última entrevista, la intérprete se derrumbó anímicamente tras leer un artículo que se refería a ella como una "obesa mórbida", unos duros apelativos que le provocaron unas ganas prácticamente irrefrenables de volver a consumir drogas y comer sin control.