Britney reapareció en sus redes sociales para compartir un mensaje muy positivo y esperanzador acerca de los muchos desafíos que afronta en este momento tan delicado de su vida, marcado no solo por los efectos globales del coronavirus sino también por la batalla legal que mantiene con su padre, Jamie Spears, a fin de terminar de una vez por todas con la situación de tutela legal y económica a la que se ve sometida.
Britney Spears se deja ver como nunca junto a sus hijos (ya adolescentes)
Aunque la princesa del pop no se ha referido específicamente a esas dificultades tan personales, al mismo tiempo ha querido dejar bien claro que lleva ya unos cuantos meses trabajando intensamente en su bienestar tanto físico como mental, intentando afrontar las restricciones derivadas de la pandemia desde un enfoque optimista y recordándose constantemente que es una mujer afortunada, al margen de las circunstancias anteriormente citadas, gracias al cariño de sus fans y al amor que le profesa su novio, el entrenador personal Sam Asghari.
"Teniendo en cuenta la locura que tenemos desde el año pasado, parece que las lágrimas de Dios nos han dado de lleno: el mundo está pasando por una etapa de gran sufrimiento por culpa de este coronavirus.
Espero que este sea un año de limpieza, en el que nos purifiquemos con meditación, oraciones y cualquier afición que nos haga felices, además de ser más conscientes de lo que ingerimos. Necesitamos tener una mente clara, un cuerpo y espíritu limpios para poder vivir la vida con serenidad", dice un extracto del reconfortante discurso que ha compartido en su cuenta de Instagram.
Tras dar abiertamente las gracias por todo lo bueno que existe en su día a día, la princesa del pop se ha comprometido a no ocultar sus "vulnerabilidades" y a tratar de no ser "fuerte en todo momento".
Asimismo, Britney será más "amable" consigo misma y con los demás y no dudará en derramar alguna que otra lágrima cuando lo considere oportuno. "Este año me entregaré a la sanación, y al té", bromeó en su texto. "Me voy a permitir no tener que ser fuerte en todo momento y me voy a decir a mí misma que está bien llorar de vez en cuando", sentenció.