Esta decisión marcaba un cambio importante en la dinámica del presidente, ya que el anterior, Donald Trump, había bloqueado a Chrissy en 2017 debido a los ataques constantes que ella le dirigía a través de Twitter. La gota que derramó el vaso, aparentemente, fue un tuit en el que ella le aseguraba: "No le gustas a nadie".
La esposa de John Legend no dio crédito cuando vio que Biden había optado por seguirla, probablemente en reconocimiento al apoyo que tanto su marido -que actuó en el evento posterior a la inauguración presidencial- como ella le habían mostrado durante su campaña.
Sin embargo, Chrissy pronto se dio cuenta de que desde entonces se estuvo autocensurando por miedo a lo que pudiera pensar de ella el comandante en jefe.
"Solo he tuiteado un puñado de veces desde que mi adorado @POTUS me sigue",explicó este martes. "Para que yo pueda florecer, debo pedirle por favor, señor, que deje de seguirme. ¡Lo quiero! No es usted, soy yo", añadió.