Aunque la estrella televisiva Kim Kardashian estaría cada vez más decidida a poner fin a su conflictivo matrimonio con el rapero Kanye West, de sus futuros planes para regresar a la soltería se desprendería una relación cordial y colaborativa con el astro del hip hop en lo que a la crianza y educación de sus hijos se refiere: hasta el punto de que la celebridad espera que el artista refuerce el papel que juega en su condición de padre de North, Saint, Chicago y Psalm.
Tras divorcio, Kim respetará el papel de Kanye West en la vida de sus hijos
El principal deseo de ambas partes, en relación con su hipotético proceso de divorcio, pasaría fundamentalmente por que tan delicada situación afecte lo menos posible a su familia.
A día de hoy, de acuerdo con el testimonio que han ofrecido fuentes cercanas a Kim, el músico y la empresaria no viven juntos y tratan de repartirse sus responsabilidades paternales de forma equilibrada. Sin embargo, la pareja quiere garantizar -de cara al largo plazo- que esa distribución equitativa de tareas y derechos sea inamovible.
"Kanye quiere seguir jugando un papel fundamental en las vidas de sus hijos y Kim, lógicamente, está de acuerdo. Kanye no vive con Kim y los niños y cuando les ve, siempre es fuera de la vivienda.
Tanto ella como él saben que en el futuro Kanye debe contar con un rol activo en este sentido", ha revelado un informante al portal de noticias E! News, el cual recordó además que Kim ya se siente una mujer "divorciada" y que, de momento, no tiene prisa alguna a la hora de oficializar la ruptura.
"Kim siente que ya está divorciada. Los dos se encuentran en una especie de punto muerto en el que nadie se atreve a anunciarlo en público. En este momento concreto, no hay prisa para rematar los trámites administrativos de la separación", dijo la fuente.