La heredera del imperio hotelero Hilton no se ha mordido la lengua a la hora de transmitir el miedo y el sufrimiento que todavía siente cuando rememora sus experiencias en el citado colegio, una etapa en la que fue "maltratada" de forma sistemática tanto física como emocionalmente.
Paris reveló que en la llamada Provo Canyon School le obligaban a tomar medicamentos que la dejaba "exhausta y aturdida", además de asegurar que hubo una época concreta, once meses, en la que no vio la luz del sol y ni siquiera pudo respirar "aire fresco".
"Se me maltrataba verbal, mental y físicamente de forma diaria. Se me aisló del mundo exterior y me despojaron de todos mis derechos humanos. Sin diagnóstico de ninguna clase, se me obligaba a consumir medicación que me dejaba exhausta y aturdida. No respiré aire fresco ni vi la luz del sol durante once meses seguidos. Ni siquiera contaba con un mínimo de privacidad, se nos vigilaba en el cuarto de baño y hasta en la ducha", explicó ante el magistrado que gestiona tan impactante caso.
La empresaria quiso denunciar abiertamente estás terribles dinámicas para, en sus propias palabras, dar voz a los miles de niños y niñas que, como ella en el pasado, han sufrido y en algunos casos siguen padeciendo estas prácticas, que afecta a unas entidades asociadas a las capas más acaudaladas y favorecidas de la sociedad estadounidense.