Muchas veces se llega a pensar que las famosas tienen la fortuna a su lado, contando con fama y belleza, sin embargo, esto no siempre juega a su favor, al grado que Audrey Hepburn , actriz icónica de la época dorada del cine hollywoodense, vivió una vida sentimental tormentosa con muchos engaños.
Lo anterior fue revelador por Sean Hepburn Ferrer, hijo de la actriz que conquistó al público con su belleza y simpatia.
Sean, fruto de su matrimonio con Mel Ferrer, reveló que gran parte de su vida, su famosa mamá se sintió engañada y usada por los hombres que amó (lo que incluye al papá de Sean).
Las declaraciones del primogénito de Audrey llegan en el marco de la presentación de un nuevo documental sobre la vida de la actriz. "El secreto mejor guardado de Audrey es que ansiaba ser amada”, son las palabras que se escuchan en el tráiler de la producción que llegará en los meses próximos a las plataformas.
Sean actualmente tiene 60 años, y fue cuando tenía sólo 12 cuando su mamá se quebró delante de él y le relató las infidelidaes que había sufrido.
“Sabía que había problemas. Mi madre se sentó conmigo y con los ojos inyectados en sangre me dijo lo que estaba pasando y me preguntó qué pensaba. Era un niño. No sabía cómo ayudarla”, dijo en entrevista para The Sun.
Pero los engaños y la sensación de abandono fueron una constante en la vida de Audrey, pues en 1935 su papá, un fan de Hitler, la abandonó, para posteriormente, en 1937 alejarla de su mamá y sus hermanos, pues la obligó a estudiar lejos de ellos.
En 1948 regresó por fin a Londres, donde inició su carrera comp bailarina, actriz y modelo; cinco años después ganó su primer Oscar por Vacaciones en Roma. Y fue hasta 1970 cuando pudo reencontrarse con su papá.
Audrey se casó a mediados de los años 50 con el papá de su primer hijo, con quien, según se relata, su relación se desgastó debido a la extrema convivencia.
“Trabajaban y viajaban juntos siempre. En los años en que estuvieron juntos probablemente pasaron tantas horas el uno con el otro como la gente que lleva 35. Eso implica un costo”, se divorciaron en 1968.
Un año después, Hepburn conoció al psiquiatra italiano Andrea Dotti en un crucero, se casaron en 1969 y tuvieron a su hijo Luca en 1970, aunque la estabilidad para ambos parecía haber llegado a sus vidas, la felicidad duró poco.
Sean confiesa que Andrea era un gran padrastro pero un pésimo compañero, fue captado con cerca de 200 mujeres y la trabajadora doméstica de Audrey terminó revelándole que durante sus ausencias, su marido metía mujeres a sus casas.
“Fue todo lo delicada que pudo y mi madre ya tenía sus sospechas. Era la revolución sexual de los sesenta”, dijo el hijo de la intérprete.
El divorcio llegó en 1982, aunque la actriz decidió quedarse un tiempo en Italia para no separar a su hijo de su papá, pero Dotti no cumplía las visitas de Luca, por lo que terminaron mudándose a Suiza. Allí llegaron los dos últimos amores de su vida. El primero fue el actor holandés Robert Walders, pasaron juntos una década y nunca se casaron. Pero dijo de él una frase clave: “Es muy cariñoso, un hombre muy afectuoso. Confío en él”.
El amor de Hepburn por el altruismo no podía quedar fuera del documental, su hijo definió esta acción como una especie de caparazón con el que ella escondía la profunda necesidad de amor paternal que sentía.
“No solo luchó por los derechos de los niños sino por el derecho al amor, a la educación, al acceso a un sistema de salud. El amor de un padre nutre tanto como una barrita de chocolate”, aseguró Sean.
