Aunque Eve convivió muy poco con su multimillonario papá, Steve Jobs (debido a los apretados tiempos que manejaba el empresario), y a su muerte ella tenía apenas 13 años, es innegable el estatus que le heredó su papá, sin embargo, ella nunca ha mostrado interés en la tecnología, y ahora ha comenzado a dar pasos en su verdadera pasión: el modelaje.
La joven, de 22 años, es estudiante de la Universidad de Stanford, pero se ha dado tiempo de participar en la campaña navideña de una marca de belleza (Glossier).