Antes de las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, Chris Pratt se enfrentó a una crisis de imagen sin precedentes en la trayectoria de un actor tan querido como él, que ha sido comparado con un golden retriever humano en infinidad de ocasiones desde que Jurassic World y el universo Marvel le convirtieron en una estrella.
Cierto sector de la sociedad estadounidense no le perdonaba que no hubiese apoyado ni a Donald Trump ni a Joe Biden y su falta de posicionamiento en la campaña electoral, sumado a su estilo de vida conservador, convirtió al intérprete en El Peor Chris de Hollywood, de acuerdo a los resultados que arrojó una encuesta de internet.