“A mí la terapia, terrenal, de irte a tu infancia, de revisarte, de entenderte, de entender de tus padres, todo tu camino de vida, fue exactamente lo que abrió la caja de Pandora, que es súper fuerte, doloroso, salen cosas muy fuertes y fue lo que me permitió ahora sí empezar a poder aplicar todas las herramientas que yo traía cargando y que no podía usar”, contó Aislinn en el podcast .
La protagonista de La casa de las flores confesó que gracias a la terapia descubrió que uno de los más grandes errores que ha cometido en la vida es aspirar a tener una vida y familia perfectas.
“Me pasó esta necesidad de querer tener la familia perfecta porque yo no la tuve, y (la necesidad) de demostrar que yo puedo tener la familia perfecta, el esposo perfecto, la hija perfecta, y eso que no pude tener en mi infancia. Eso también fue algo que me puse como objetivo y la vida de repente me dio una vuelta que nunca me esperé.
“Estaba yo completamente devocional a esa forma de vida, a esa familia, al que era mi esposo en este momento. Estaba yo completamente (empeñada a decir:) ‘Esto no va a fallar por mí’. Era una obsesión de aquí hasta la muerte y lucho con uñas y dientes. Yo pensé que era mi objetivo, que era parte de mi misión de vida el luchar hasta la muerte por algo porque cuando yo era chiquita vi tanta disfunción familiar que decía: ‘Mi hija va a tener a sus dos papás juntos y perfectos’. Y no".