La versión oficial es que Camila Cabello y Shawn Mendes eran tan solo buenos amigos hasta que un día, cuando ella ya había concluido la discreta relación sentimental que mantuvo con Matthew Hussey, se dieron cuenta de que en realidad los rumores eran ciertos y entre ellos existía una química muy especial.
En lo que el flechazo llegaba, los jóvenes músicos habían grabado dos colaboraciones en espacio de cuatro años y, sin que la famosa cantante lo supiera, su actual novio le había dedicado un sinfín de canciones.