Hace unos meses Angie Taddei confirmó que estaba dándose una nueva oportunidad en el amor con Sergio O’Farril y hoy la cantante contó por primera vez su historia de amor en el programa de YouTube Pinky Promise, de su compañera y amiga Karla Díaz.
Angie y Sergio compartieron que su flechazo surgió en pleno 90’s pop tour, en el que compartieron cartel.
“Hicimos un grupo muy selecto entre los que estábamos en el 90s y Sergio me empezó a sacar cosas muy mías que estaban olvidadas: el disfrutar de una caminata, o de nadar; una vez fuimos a una isla en este grupo selecto y fuimos a cenar, y yo quería estar en la playa, nos metimos a nadar, tuve mucha libertad de conectar conmigo y me topé con una persona que me hacía conectar conmigo y de ahí empezó el tema de ir hablando más y se fue dando más”, dijo la integrante de JNS.
La cantante reconoció que cuando inició la gira ella estaba casada y dejó en claro que su relación con O’Farril no inició sino hasta varios meses después de que concluyera su matrimonio con José Portilla.
Cuando estás casada o en pareja y algo más te llama la atención, algo no anda bien. Yo al principio decía ‘Está todo bien’, pero al tiempo de estar en la gira de '90’s pop tour', que yo sentía que algo me llamaba la atención, yo misma dije que algo no estaba bien.
“Yo creo que todo se alinea, nada estaba planeado, yo le preguntaba a An y en ese viaje siento que hubo una conexión muy cañona y era el momento y se dio porque se tenía que dar”, dijo Díaz, quien fue testigo del romance entre sus amigos.
De hecho, entre risas recordaron que Karla fue celestina de la pareja en algún momento: “Después de viajes y que ya todo estaba más claro, Karla nos organizaba cenas entre varios para luego dejarnos solos”, recordó Angie.
“Yo en esos momentos la estaba pasando muy mal, es muy extraño porque los dos la estabamos pasando mal pero yo sabía que el único momento en que yo estaba feliz era con ella”, dijo Sergio.
En el programa, la pareja confesó que le gusta el romance, pero no la cursilería, por lo que buscan tener detalles entre ellos sin rayar en lo excesivo.
