Según la modelo, la situación sólo se tornó más incómoda conforme avanzó la noche.
“Lo siguiente que recuerdo es que estaba en la oscuridad y tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta. Jonathan y yo estábamos en su sofá, y la textura áspera de sus jeans se frotaba contra mis piernas desnudas. Me estaba preguntando por mis novios. Mi boca estaba seca, pero recuerdo que todavía estaba hablando mucho sobre mi historial de citas, qué chicos amaba realmente... Mientras hablaba, distraídamente froté mis pies uno contra el otro y contra los suyos en busca de calor. Me dijo que le gustaba 'esa cosa con los pies que estás haciendo', y recuerdo este momento con más claridad que cualquier otra cosa. Odio que Jonathan haya dicho eso porque ahora, cuando me froto los pies porque tengo frío, me acuerdo de él.
La mayor parte de lo que vino a continuación fue borroso, excepto por el sentimiento. No recuerdo habernos besado, pero sí recuerdo que sus dedos de repente estaban dentro de mí. Más y más fuerte y empujando y empujando como si nadie me hubiera tocado antes o desde hacía mucho. Realmente dolía mucho. Llevé mi mano instintivamente a su muñeca y saqué sus dedos de mí con fuerza. No dije una palabra. Se paró abruptamente y se escabulló silenciosamente hacia la oscuridad por las escaleras", confesó.
Con las fotografías obtenidas, Leder publicó el libro "Dos noches con Emily", que en el que la describe como una de las sesiones de fotos más eróticas del siglo XXI.
Hasta el momento no ha habido una réplica ni declaración por parte del fotógrafo y miles de fans de todo el mundo dedicaron mensajes de apoyo para Emily.