En esas estaban cuando Scarlett Johansson compartió, como nunca antes lo había hecho, información de su vida privada.
La protagonista de Black Widow contó, por ejemplo, que durante la pandemia no le ha ido tan bien con Rose, su única hija, producto de su relación con el curador de arte francés Romain Dauriac.
“Rose tiene seis años y va a entrar a primero (de primaria) este año y debo decir que tengo el mismo sentimiento que la congresista Hayes: también me preocupa la seguridad de mi hija y la seguridad de mi familia”.
Scarlett Johansson reconoció que al igual que la mayoría de los padres tiene un dilema, pues no sabe qué tan bueno es permitir que la niña acuda a la escuela, fomentando así su salud mental y su desarrollo, lo que a la vez podría poner en riesgo de contagio no sólo a Rose sino a toda su familia.
“Creo que como muchos padres, me debato entre dos cosas: por una parte hablé con el pediatra de mi hija y me dijo que lo más importante para los niños pequeños, que están entre primero y tercero de primaria, es la socialización. Es tan importante para su salud mental, para la forma en que socializarán, cómo crecen, cómo se convierten en miembros de la sociedad.