Alejandro Sanz y su todavía esposa Raquel Perera se iban a enfrentar en los juzgados este mes para finiquitar su divorcio. Sin embargo, de acuerdo con diversos medios españoles, la ex pareja llegó a un acuerdo fuera de la corte.
Alejandro Sanz y Raquel Perera evitan el juicio y tienen un acuerdo de divorcio
El periódico El País , por ejemplo, asegura que Sanz viajó a Miami hace unos días, y durante su estancia pudo platicar detenidamente con Raquel, con quien llegó a un acuerdo en el que otras cosas, ambas partes aceptaron que su ex esposa viva en Madrid con los dos hijos que procrearon, Dylan y Alma.
Esto permitirá que Sanz dedique bastante tiempo a los niños, pues tiene planeado pasar largas temporadas en la capital española en compañía de su nueva pareja, la cubana Rachel Valdés.
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Originalmente, el músico y la empresaria no tenían problemas en cuanto a su separación. Sin embargo, los roces empezaron cuando ella exigió que el proceso de divorcio se llevara en Estados Unidos, donde habían vivido los últimos meses como pareja, mientras que él alegaba que debía hacerse en España.
Los desacuerdos no acabaron ahí. De acuerdo con Ventaneando, en su demanda de divorcio Raquel Perera exigía 40 mil euros al mes (unos 960 mil pesos) como pago retroactivo, pues según ella, en el último año Sanz no había aportado mucho a la manutención de los niños.
Además, quien fuera administradora de las empresas de Alejandro pedía también repartición equitativa de todos los bienes que obtuvo su ex durante los 12 años que estuvieron juntos, así como un seguro de vida únicamente para ella, además de una pensión por su “contribución y ayuda al éxito profesional, al reorganizar sus compañías y con su sacrificio personal” en el tiempo en el que fueron un matrimonio. Y es que alegaba, fue presidenta de las empresas de Sanz, pero por ese trabajo nunca cobró un sueldo.
Por su parte, Alejandro Sanz entregó un documento a una corte de Miami en el que, entre otras cosas, se negaba a pagar los 40 mil euros; en vez de ello ofrecía 15 mil euros mensuales (aproximadamente 360 mil). En su escrito aseguraba que su esposa actuaba “de mala fe” y exigía que el divorcio se resolviera en España, donde se casaron.
Al final, a pesar de los conflictos, la ex pareja logró resolver sus problemas fuera de los tribunales. Y qué bueno pues así estarán asegurando que los más beneficiados en este asunto serán sus hijos.