El programa de Ellen DeGeneres está en una investigación interna por parte de la compañía Warner Media -propietaria de su distribuidora Warner Bros. Television- en colaboración con una firma externa para aclarar qué hay de cierto en las acusaciones que se han realizado contra los tres productores ejecutivos del popular espacio de entrevistas.
Hace unas semanas el portal BuzzFeed publicó un artículo en el que diez antiguos empleados del talk-show denunciaban haber sido víctimas de "microagresiones" y de bullying, y uno de ellos habría sido despedido como castigo por solicitar una baja médica tras un intento de suicidio.