Según dijo, todo empezó cuando decidió salirse del programa Tempranito para dedicarse a su entonces esposo, Charly López, y al hijo que tienen en común, Emiliano. “Hubo una época de mi vida donde tomé la difícil decisión de retirarme de mi trabajo profesional para dedicarme de lleno a mi vida personal. Soñaba con ser mamá y ama de casa de tiempo completo. Renuncié a mi programa que era Tempranito”.
Pero este retiro no fue lo que Ingrid esperaba y, en menos de lo que se imaginó, ya había contactado a Mario San Román, desde entonces vicepresidente del Consejo de TV Azteca, para expresarle su deseo de volver a la televisión.
“Las cosas no salieron como esperaba y dos meses después estaba hablando con mi jefe de ese entonces mostrándole mi interés de volver a trabajar. Mario, a quien considero también un muy buen amigo, se portó como un padre para mí. Me entendió y apoyó en mi nueva decisión preguntándome qué me gustaría hacer”.
Ante la pregunta del ejecutivo, Ingrid Coronado no lo pensó dos veces: quería un espacio para poder competir con la personalidad de la televisión que más admiraba. “Estas fueron mis palabras: Mi conductora favorita es Andrea Legarreta, por lo tanto me gustaría competirle… A él le pareció buena idea e, incluso, me dio la oportunidad de proponer con qué productor y conductores me gustaría trabajar y así es como creamos Venga la alegría”, contó Ingrid.
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