Antes de terminar con su icónicas canciones Roar y Firework, Perry bailó acompañada de sus músicos, vestidos con enterizos pegados naranja y morados y con unos grandes sombreros rojos que les cubrían medio cuerpo, “una excusa para tapar las máscaras”, reconoció la artista en una rueda de prensa dos días antes.
Durante la presentación, impresionaron los efectos digitales creados por los organizadores de este Tomorrowland, que intentaron convertir la obligada cancelación del festival -el más grande del mundo con un promedio anual de casi medio millón de personas- en una oportunidad para explorar los límites del mundo virtual.
El escenario de Perry, diseñado especialmente para ella, estuvo dominado por vívidos tonos de fucsia, flanqueado por inmensas cascadas de agua de color rosa y con la aparición por momentos del emoji de la carita sonriente, que identifica a “Smile”, una margarita danzante y elefantes blancos de lunares multicolores.
Aunque Perry es mucho más pop que EDM (Electrónic Dance Music), la música que domina Tomorrowland, los comentarios negativos en las redes sociales solo aparecieron cuando se apagaron los fuegos artificiales que la acompañaron cuando cantaba Baby you're firework, y se limitaron a quejarse de lo corto de la presentación, que apenas rozó los 15 minutos.
La edición digital de Tomorrowland fue asentada en un mundo virtual bautizado como “Papilionem”, formado por una cadena de islas montañosas sobre las que se establecieron los escenarios digitales, una biblioteca con archivos de ediciones anteriores del festival, que desde 2005 se ha realizado en la localidad belga de Boom.
#YoMeQuedoEnCasa: Descarga gratis la revista digital de julio (da click en la imagen)