Haber sido considerada la Princesa del Pop, heredera de grandes como Madonna y Cher, le pasó factura muy pronto a Britney Spears , quien se mostró más humana que ninguna al sucumbir ante la presión de tabloides y haber perdido lo más preciado, su libertad. Hoy todo eso la pone, de acuerdo con sus fans, en un "grave peligro".
Spears ha lanzado, consideran, un grito de ayuda y están dispuestos a apoyarla, por lo que se generó el movimiento #FreeBritney, que asegura que detrás de sus extravagancias, sus coreografías vistosas y las peculiares reivindicaciones marxistas en esta cuarentena, hay una mujer que no puede ni comprar una hamburguesa sin permiso.