La incómoda escena de celos que Jay Z protagonizó por Beyoncé
El rapero Bun B tuvo que abandonar el set de grabación del videoclip 'Check On It' de la cantante mientras ella bailaba sobre una silla con un vestido corto.
Aunque el rapero Bun B colaboró en el sencillo 'Check On It' de Beyoncé junto a Slim Thug allá por 2005, no pudo estar presente mientras se grababa el videoclip de la canción porque Jay Z, que por aquel entonces aún no estaba casado con la cantante, había vetado a todos los hombres del set de rodaje.
En realidad, no hubo ningún problema hasta que el ahora marido de la artista llamó por teléfono a uno de sus asistentes y se enteró de que Beyoncé iba a bailar sobre una silla con un escueto vestido, a la vista de todos los presentes.
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"Justo después, alguien se acercó a nosotros y nos mandaron de vuelta a nuestros camerinos. Nos dejaron claro que tendríamos que quedarnos allí hasta que llegara nuestro turno. No se nos permitió seguir viendo bailar a Beyoncé", afirmó Bun, cuyo verdadero nombre es Bernard Freeman, en una entrevista al podcast 'The Nostalgia Mixtape'.
Si bien es cierto que todas las miradas estaban puestas en la antigua líder de Destiny's Child, nadie se comportó de manera inapropiada: "Queenie, mi esposa, también estaba allí, así que no es como si estuviera babeando detrás de otra mujer", afirmó para dejar claro que solo se sentía fascinado al ver una leyenda viva en acción.
Al final de la jornada la propia Beyoncé se le acercó para disculparse por lo que había sucedido, ya que era consciente de que Jay Z se había mostrado demasiado “protector”.
"Nos dijo: 'Siento mucho que tuvieran que marcharse de la habitación, pero Jay no se sentía cómodo'. Le explicamos que no pasaba nada, que lo comprendíamos y que nos alegrábamos mucho de estar allí", concluyó.
Jay Z y Beyoncé se conocieron a finales de los años 90 cuando la cantante tenía 18 años. Su primera colaboración fue en '03 Bonnie&Clyde' en el 2002, y fue dos años después, tras aparecer juntos en la red carpet de los MTV Music Awards, que su relación se hizo pública.
La pareja se casó en una boda íntima y secreta en 2008, a la que sólo asistieron 40 invitados de lujo, como George Clooney o Chris Martin, en su apartamento de New York. Y cuatro años más tarde nació su primera hija, Blue Ivy, en un momento en el que además Beyoncé lanzó su quinto álbum, de nombre homónimo, con un mensaje de empoderamiento femenino y sexualidad.
Pero un negocio fallido en 2015, la plataforma de streaming Tidal de la que ambos eran copropietarios, fue la antesala de la infidelidad por parte de Jay-Z, quien terminó por confesarlo en una entrevista muy personal para The New York Times. Ahí dijo que la música les sirvió de terapia a ambos, para poder superar el momento más difícil de sus vidas personales.
El resultado fue el disco Lemonade para Beyoncé , y 4:44 para Jay-Z. En el primero, la cantante habla sin censura de la traición y hasta de la amante de su marido. Mientras que en su caso, Jay-Z pide perdón por la infidelidad. El punto final de ese mal momento llegó cuando los artistas presumieron un tatuaje que ambos hicieron en el dedo, y luego con el nacimiento de los gemelos Sir y Rumi.
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