El cineasta Kelly Asbury murió a los 60 años, la mañana del 26 de junio, tras una larga batalla contra el cáncer abdominal, que afrontó como un guerrero hasta el final. El creativo trascendió en su casa de Encino, California, informó el portal especializado en gossip TMZ y el sitio en internet de la revista Variety.
La prolífica carrera de Kelly comenzó en 1983 en las filas de Walt Disney Feature Animation, a lo largo de su desarrollo detrás de las cámaras estuvo a la cabeza de cinco largometrajes animados: Spirit: Stallion of the Cimarron (2002), Shrek 2 (2004), Gnomeo & Juliet (2011), Pitufos: La aldea perdida (2017) y Ugly Dolls (2019).