Tras su desaparición física se sabe que Ruiz Zafón deja una herencia que incluye un patrimonio inmobiliario repartido entre California y Barcelona, sitio en el que sus dolientes lectores se han movilizado para que una calle lleve su nombre. La llamada Zafonmanía hizo que su literatura fuera catalogada de bestseller.
El millón de ejemplares vendidos en España o los 250 mil en un solo fin de semana se tradujeron en una mansión que Carlos compró en Sunset Boulevard, en Los Ángeles, apenas el año pasado. El hogar tipo Hollywood tiene seis habitaciones, un terreno de mil 400 metros cuadrados y vista al océano Pacífico, con un costo de 13 millones de dólares.
Fue en ese refugio donde pasó su últimos días. La historia de Ruiz Zafón y su esposa, la traductora Mari Carmen Beliver, está íntimamente ligada a sus hogares, que demostraron su evolución, reportó Vanitatis; al mudarse a Estados Unidos con el dinero que le dio el Premio Edebé, vivieron en un departamento modesto.
Ya con el triunfo seguro compraron un dúplex en Beverly Hill por 1.8 millones de dólares. En uno de los departamentos vivían y el otro lo utilizaba para trabajar. Después, el sueño acariciado siempre llegó con la compra de su último hogar, al que sumó varias propiedades en su también amada Barcelona, gracias a La sombra del viento.