No todas las estrellas del cine, el teatro y la televisión tienen un final feliz, o al menos cómodo, incluso para quienes llegaron a ser protagonistas de grandes producciones y fueron considerados ídolos o divas del medio artístico nacional.
La casa del actor es un lugar digno para ellos, en el que además de cuidarlos se les provee de alimento, medicamentos, techo y cobijo, pero con ciertas carencias económicas derivadas de manejos políticos y cuestiones con la Asociación Nacional de Actores.
“Ya no tienen el apoyo que antes se les daba para los cuidadores y ahora sólo tienen voluntarios, pero estamos hablando de personas de la tercera y cuarta edad, es decir, gente que requiere cuidados las 24 horas”, nos cuenta la actriz de telenovelas como Cadenas de amargura y Cuna de lobos.
La subasta, que será a puerta cerrada y sin público, es una iniciativa suya, y se le ocurrió cuando asimiló el valor que con el paso de los años ha acumulado el vestuario de sus personajes tanto en la pantalla grande como en la chica. “Todas son especiales y tienen un significado muy bonito para mí, pero además de estar en perfecto estado, ahora pueden ayudar a una buena causa en lugar de estar guardadas”.
Un anuncio de Subastas Morton en el periódico le dio la idea y enseguida fue a su clóset y pensó en donar su lote de sombreros y la ropa que alguna vez usó en los escenarios. La casa de subastas se entusiasmó con la idea y el resto es historia.
“Muchos no lo saben pero el gremio actoral está muy desprotegido y a la Casa del actor le tengo un cariño especial porque mi tía, la gran diva Andrea Palma, pasó sus últimos años en esa casa, donde yo la fui a ver varias veces”, recuerda.
Sin embargo, pese a no contar con seguro social ni fondos para el retiro (la pensión de la Asociación Nacional de Actores es de cuatro mil pesos al mes), las actrices y actores retirados cuentan con un servicio médico de buen nivel por parte de la ANDA, reconoce la actriz, pero sabe también que eso no es suficiente.
“Hablé con Jorge Ortiz de Pinedo, director de la casa, quien ha enfrentado muy bien la situación, y empezamos a detallar la subasta, de hecho, el lote de más de 50 prendas ya está disponible en la página de Subastas Morton, desde donde se pueda participar”.
Sobresalen los cuatro vestidos que la actriz utilizó en las distintas entregas del premio Ariel, durante su periodo como presidenta de la Academia Mexicana de Artes Cinematográficas, además de un traje Armani de terciopelo que usó en las Lunas del Auditorio.
No le duele desprenderse de esas piezas. Sabe que se trata de ayudar y que el vestuario no sirve de nada cuando no se le da uso y sólo ocupa espacio en el closet. “Espero que muchas jóvenes se animen y opten por tener el vestido que una actriz usó hace más de 20 años, sobre todo porque está en perfecto estado, como los sombreros de los años 20s, 30s y 40s que hay en el lote”.
En lo personal, dice, afortunadamente cuenta con varios proyectos como telenovelas, cine y obras de teatro, además de colaboraciones literarias y la edición de un libro propio, pero es consciente que muchos actores y actrices mayores no corren con la misma suerte.
