Susana Zabaleta habla del amor y la separación en tiempos de cuarentena
En entrevista con Quién, la actriz y cantante compartió la fórmula que ha utilizado después de terminar su relación de cinco años con José Roberto Pizano.
A pesar de que es una llamada telefónica la energía que tiene Susana Zabaletaes contagiosa, la comunicación fue porque la actriz aceptó formar parte de un ciclo de Instagram Live de la mano del canal de televisión de paga Lifetime, en los que compartió con varias celebrity couples su experiencia en el amor en este tiempo de cuarentena.
Ella misma también se confesó con César Sabroso, VP Senior Marketing en A+E Networks Latinoamérica, respecto a cómo vive este encierro necesario. Previo a sus charlas remotas, Susana, en entrevista con Quién, se sinceró y compartió cómo vive la separación de su novio de cinco años José Roberto Pizano.
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A José Roberto la actriz y cantante lo conoció después de uno de sus momentos más complicados en la vida, su divorcio de su esposo Daniel Gruener, con quien tuvo una relación de 23 años y estuvo casada 17. A Pizano le llevaba 19 años, pero eso no fue impedimento para disfrutar el tiempo que pasaron juntos.
Durante este cuarentena en su casa, Zabaleta ha tenido tiempo de reflexionar su decisión de terminar el romance y compartió cómo ha logrado superar este truene, después de cinco años de estar al lado del actor que la apoyó y que logró una gran conexión con sus hijos Elizabetha y Matías.
Terminé una relación de cinco años con Pizano y la verdad es que ha sido difícil estar sola, pero también ha sido de una introspección padrísima porque cuando estás sola puedes estudiarte y tu arte, saber qué quieres decir como artista en muchos sentidos y creo que hay que estar solo para entender a dónde vas
Aseguró Susana, vía telefónica, en este momento en el que también ha podido entender que como artista tiene que elegir sus próximos proyectos con mayor cuidado y también descubrir "qué es lo que quiero cambiar de mí misma, ha sido realmente padre, he ido creciendo, viendo mi interior".
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Fiel admiradora de la supervivencia del ser humano que "sigue en pie de lucha", Zabaleta también está en el proceso de conocerse sin tener a una pareja a su lado: "Se vale ponerse muy triste, llorar mucho, pero hay días en los que me rio como loca a carcajadas porque de eso está hecha la vida.
"La sociedad siempre nos ha dicho que tienes una media naranja y tienes que buscar a esa otra mitad y después de tantos años te das cuenta de que tú también puedes ser una naranja completa, que hay momentos en que piensas que no necesitas a esa otra media”, abundó Susana.
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Durante este proceso, la actriz —que retomará la filmación de la secuela de Sexo, pudor y lágrimas cuando termine la cuarentena, le faltó una semana para completarla— también comprendió que "somos personas indiscutiblemente únicas, que este COVID-19 nos ha enseñado que cada individuo se enferma de diferentes maneras.
"Tenemos que entender que somos distintos y nos tenemos que respetar en base a eso, a nuestra individualidad, agradezco que me haya tocado estar sola porque he aprendido que por lo pronto no necesito esa media naranja, que soy una naranja enterita, con todo y cáscara, olor, sabor, semillas y me admiro por eso", agregó Zabaleta.
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Esto no quiere decir que Susana esté cerrada al amor y aceptó que cuando llegue está dispuesta a abrir su corazón: "Cuando tenga pareja sabré que también puedo cortar esa media naranja y unirme a la otra, decir ‘voy a compartir’; la vida es así, de repente tienes una cosa y luego ya no, y porque no pensar que está rico vivir el presente".
De los amores de su vida
Durante esta cuarentena Zabaleta ha descubierto la felicidad de estar más cerca de sus dos hijos, Elizabetha y Matías, pero también del gran reto que es convivir con dos adolescentes que tienen sus propias inquietudes, a los que la escuela o el mismo amor los absorbe y los hace tener sus puntos de vista muy únicos.
"Nunca es sencillo estar encerrado. Mi hija se tuvo que regresar de Londres y tiene que seguir en clases a las cinco de la mañana, entonces se pasa la mitad del día durmiéndose o sintiéndose mal porque sigue viviendo como si estuviera allá, con esa misma energía y fuerza que necesitas.
"Luego estoy con un adolescente que tiene 14 años y que está absolutamente enamorado de una niña que no vive cerca de casa, entonces ha sido difícil hacerle entender que no puede salir todo el tiempo y que el amor es más fuerte, a veces, cuando es a distancia y hay que lograr detener esta ansia", finalizó Susana.