La vigencia de Pandora en el 2020 la comprueban más un de millón y medio de oyentes mensuales en Spotify en todo el mundo y un número similar de seguidores en Facebook, además de giras de promoción y conciertos en Estados Unidos, México y Latinoamérica.
Su historia incluye 20 producciones, 10 millones de copias vendidas, 46 discos de oro y 13 de platino, la mayoría de ellos obtenidos cuando eran necesarias 150 mil copias para uno dorado y medio millón para los platinados.
¿Sacrificaron algo por la música a lo largo de 35 años?
Isabel: Creo que no. Me cuesta la palabra “sacrificar” porque cuando te gusta lo que haces, no sacrificas. Tuve que dejar de hacer algunas cosas por chamba, sí, pero como todos, así que faltamos a reuniones familiares, cosas que hoy ya no hacemos tanto, aunque siempre hemos dicho: “show mata todo”.
Fernanda: Yo creo que sí, porque es un esfuerzo adicional respecto a nuestro tiempo porque no teníamos horarios ni calendarios y reagendar es complicado. En nuestra juventud fue un sacrificio porque éramos seres inquietos que sacrifican tiempo por la carrera, incluso el noviazgo, porque en aquel entonces tener novio era casi como “de adorno”. La vida se vuelve pública y eso también es un sacrificio porque cedemos parte de lo que somos.
Mayte: He sentido esa parte que dice que en esta carrera no hay suplentes porque siempre, en el estado en el que estés, tienes que salir a cantar aunque sean momentos difíciles, como cuando me divorcié o cuando murieron nuestros padres.