J.R. Rowling continúa enfrentando ataques directos después de fijar su postura hacia la gente trans.
Primero fue Daniel Radcliffe quien le pidió no borrar la identidad y la dignidad de las personas transgénero. Luego siguieron Emma Watson y otros actores de las películas de Harry Potter quienes aclararon a sus fans que no comparten los puntos de vista de la escritora.
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Y ahora fueron los empleados de la editorial Hachette quienes amenazaron con boicotear la impresión del libro The Ickabog como una forma de mostrar su descontento hacia la aparente transfobia de Rowling.
Una fuente contó al periódico Daily Mail que parte del equipo del departamento de literatura infantil de Hachette anunció que: “ya no estaban preparados para seguir trabajando en el libro”.
“Dijeron que se oponían a sus comentarios y que querían mostrar su apoyo al la comunidad tans”, dijo una fuente.
A pesar de la amenaza de boicot hacia J.K. Rowling, la editorial fijó su postura: respalda por completo a la autora.
“Estamos orgullosos de publicar el cuento de hadas para niños de JK Rowling, The Ickabog. La libertad de expresión es la piedra angular de la publicación ”, se lee en un comunicado emitido por Hachette.
“Creemos fundamentalmente que todos tienen derecho a expresar sus propios pensamientos y creencias. Es por eso que nunca comentamos las opiniones personales de nuestros autores y respetamos el derecho de nuestros empleados a mantener una opinión diferente.
"Nunca haremos que nuestros empleados trabajen en un libro cuyo contenido les moleste por razones personales, pero hacemos una distinción entre eso y negarnos a trabajar en un libro porque no están de acuerdo con los puntos de vista de un autor fuera de su escritura, lo cual es contrario a nuestro creencia en la libertad de expresión ".
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Esta no es la primera vez que los empleados de Hachette amenazan con parar sus labores a modo de protesta.
En mayo, trabajadores de la oficina de Nueva York salieron a protestar en contra de la decisión de publicar la autobiografía de Woody Allen, quien según su hija Dylan Farrow abusó sexualmente de ella cuando era niña.
La polémica de J.K. Rowling empezó cuando la escritora compartió en Twitter el artículo "Opinión: Creando un mundo post-COVID-19 más igualitario para la gente que menstrúa", publicado por la revista digital Devex, y al respecto comentó: "'Gente que menstrúa' Estoy segura de que solía haber una palabra para esas personas, ¿alguien me ayuda? ¿Wumben? ¿Wimpund? ¿Woomud?".