Años antes, Lea Michele ya había perdido patrocinios de marcas por su actitud

El sitio Page Six compartió el testimonio de un experto de belleza, quien denunció que incluso la estrella de Glee llegó a tener problemas con L’Oréal debido a su comportamiento. La cantante y actriz firmó un contrato con ellos por aproximadamente 1 millón de dólares y se convirtió en imagen de la marca en 2012.

Una de sus funciones era grabar una entrevista acerca de su rutina de belleza, algo que no se pudo lograr, pues Lea salió furiosa a la mitad de la entrevista.

“Todas las preguntas y respuestas se acordaron [con antelación]. Solo tenía que responder cinco preguntas a la cámara sobre su rutina de cabello. Pero dos preguntas después, Lea se levantó, dijo que había terminado y salió, dejando a todos allí en estado de shock. El jefe de L’Oréal le preguntó si volvería, y su madre dijo: "No, no lo hará".

El berrinche le salió caro, pues al año siguiente acabó el contrato y la firma de belleza optó por firmar con Blake Lively.

Aunque hay otra fuente cercana a la producción que trabajó con Lea en la campaña de L’Oréal que asegura, jamás hubo un problema con la actriz . “Ni si quiera recuerdo que haya sido difícil dentro o fuera del set”.

La marca de belleza habría sido la primera en reaccionar ante el comportamiento de Lea Michele. La segunda fue la empresa de comida a domicilio HelloFresh que a principios de junio dio a conocer el fin de su colaboración con la actriz en respuesta al testimonio de Samantha Ware, quien la acusa de hacerle la vida imposible cuando trabajaron juntas.

La empresa decidió terminar su relación con Lea Michele alegando que, como compañía, no pueden mantenerse indiferentes ante cualquier tipo de racismo o discriminación.

"Las afirmaciones recientes acerca de Lea nos entristecen y nos decepcionan. Nos tomamos este tipo de situaciones muy en serio y hemos concluido nuestra asociación con ella, con efecto inmediato", señaló la marca en un comunicado difundido vía Twitter.

La bomba estalló para Lea Michele hace un par de semanas cuando, luego de expresar su repudio hacia el racismo que se vive en Estados Unidos, una ex compañera de Glee, Samantha Ware le dio a entender que no tenía cara para hablar del tema cuando ella misma había convertido su vida en un infierno durante el rodaje de la serie.

A esta denuncia se sumaron las de gente como Gerard Canonico (quien la acusó de ser una pesadilla durante las funciones de la obra de Broadway Spring Awakening) o de Elizabeth Aldrich, quien trabajó con Lea cuando ésta tenía 12 años y que dijo: “Solía ​​llorar todas las noches por las cosas malas y manipuladoras que hacía. Ella tenía 12. Era aterradora”.

Tampoco podemos olvidar lo dicho por Naya Rivera quien en su biografía Sorry Not Sorry: Dreams, Mistakes and Growing Up publicado en 2016, aseguró:

"Creo que a Rachel, quiero decir Lea, no le gustaba compartir el foco de atención. Si me hubiera quejado de alguien o algo, habría asumido que me estaba quejando de ella. Pronto, comenzó a ignorarme, y finalmente llegó al punto en que no me dirigió una sola palabra durante toda la sexta temporada".