Luego de que el abogado de Pierre Olivier Sarkozy notificara a Mary-Kate Olsen que tenía que sacar sus cosas del departamento que compartía con el francés a más tardar el 18 de mayo, la actriz recurrió a una medida desesperada: solicitar a un juez que iniciara un proceso de divorcio de “emergencia” para repartir su bienes de manera legal.
La idea de la diseñadora era tramitar el divorcio a la brevedad para proteger sus pertenencias, ya que, por la pandemia de coronavirus, no podrá sacarlas de la casa que compartía con el francés; sin embargo, al juez no le pareció que la situación ameritara acciones de urgencia y la petición le fue negada.