“Hoy comienzo el día 60 desde que empecé mi cuarentena. No quería compartir la montaña rusa que este confinamiento ha sido para mí. Pero dado que el foco en la televisión con respecto a este virus parece solo estar centrado en la importancia de mantener su sistema inmunológico fuerte, evitando hablar sobre la salud mental en momentos de crisis y las luchas que lo acompañan, decidí abrirme para dejarte saber que no estás solo”, externó Ricky.
Acto seguido, el boricua detalló: “Las primeras dos semanas fueron increíblemente abrumadoras para mí. Me sentí paralizado. El duelo fue intenso. Estaba pasando por todas las fases: negación, ira, tristeza, aceptación, y luego regresé a la negación en una hora. Las cosas iban a ser diferentes y no podía hacer nada para evitarlo. Qué arrogante de mi parte. El tiempo que pasamos creando una estrategia para lo que sería el 2020 se colapsaba frente a nosotros. Lo que fue, nunca será. Para mí, ese fue un concepto difícil de entender”.
Posteriormente, el cantante contó que a pesar de todos los sentimientos que experimento, debía mostrarse en paz para no preocupar a su familia. “Mi terrible y agotadora necesidad de actuar despreocupado y calmado en momentos de estrés frente a mi familia, para que no se alarmen, especialmente los niños, tampoco ayudaba. A eso, añádele la poca o mucha información, o más bien desinformación, que nos llegaba de parte de nuestros líderes. Obviamente, sentía que la cabeza me iba a explotar”.