Bárbara Coppel, una mamá y mujer de familia

En septiembre de 2015 nos contaste que estabas muy enamorada y en tu mejor momento, cinco años después ¿ha cambiado tu percepción del matrimonio?
Estoy muy feliz, casarse es algo que recomiendo ampliamente si lo haces con la persona correcta. Yo me la jugué porque nos conocíamos poco, pero hubo cosas de él que me hicieron leerlo y acerté. No deja de sorprenderme, me encanta, lo amo.

¿Han tenido alguna crisis con el nacimiento de los hijos?
No, al contrario, nos ha unido más. Somos parte de esas tres personitas que tanto amamos. Amar tanto a alguien y encima crear vida, me parece insólito y hermoso.

¿Qué te ha dejado la maternidad?
Que soy más fuerte de lo que creo, que qué bueno que no me la perdí, que mi vida tiene un sentido más lógico y hermoso.

¿Habrá más bebés?
Ya no, nos quedamos con tres. Pocos hijos para darles mucho tiempo. ¡Tres no son pocos!

Ahora que eres mamá ¿Te arrepientes de haberle sacado alguna "cana verde" a tus padres?
¡Claro! Pero también pienso que a veces fui incomprendida porque me hubiera encantado que en lugar de regaños, hubieran sido más explicaciones y así entender desde niña muchas cosas. Básicamente en mi casa tengo fama de corajuda desde chiquita, pero yo siempre digo que es sólo cuando me provocan, porque si no soy puro amor y paz.

¿Qué admiras de Alejandro como papá?
Que se transforma en un manojo de ternura y personajes para hacer feliz a sus niños. Yo soy más normal, no hago tanta actuación para hacerlos reír, yo más bien me los como a besos, los educo y hago que pasen un rato padre, pero él los hace sentir en Disney; juega mucho con ellos, ¡lo aman! Siempre está pensando en cómo hacernos felices y es el mejor planeador de viajes.

¿Se dan tiempo para estar solos?
Claro, casi todas las noches salimos. Con esto de la cuarentena, mucha gente piensa: “cómo no fui a este o tal lugar” y nosotros desde el día dos hemos realizado paseos en moto y salidas diarias a cenar. Menos mal que aprovechamos.

¿Viajes como de novios?
Todo el tiempo, te decía que siempre hacemos viajecitos. Teníamos una escapada a París y un viaje a Sicilia para un cumpleaños de ensueño, pero ni modo. El mundo se paró, pero en cuanto podamos nos escaparemos con niños y sin ellos.

Profesionalmente, ¿qué estás haciendo ahora?
Dirijo mi empresa. Tengo un negocio de uniformes y dos boutiques llamadas Artesun en Cabo San Lucas. También hay más que están por venir.

¿Cómo manejas el típico conflicto de mamá que trabaja?
No lo tengo, así como me doy tiempo para ellos, me doy para mí y eso incluye a mi empresa.

Eres mamá de tres ¿Cómo describes a cada uno de tus hijos?
Afortunadamente los tres son muy inteligentes (madre cuervo, pero es la verdad), Amaïa es líder, muy simpática y un amor. Ella es la directora de la orquesta. Bastien es un niño muy tierno y con carácter. Es un ángel. Kilian es muy independiente y bueno. Es el más relajado y aguantador de los tres. Es un torito de fuerte.

¿Les cocinas?, y si sí, ¿cuál es tu platillo más exitoso con ellos?
Yo también soy la directora de la orquesta —de algún lado lo sacó Amaïa— (risas). No les cocino, pero sí decido qué y cómo comen. En las tardes de botana les doy fruta con chilito y les fascina. Ya los hice mexicanos.

¿Preparas mariscos sinaloenses?
Me encantaría, son los más ricos del mundo, pero no, sólo me los como.

¿Hace poco los llevaste a Mazatlán, ¿cómo fue la experiencia de que conocieran tu tierra?
Me encanta enseñarles mis raíces. Ahora son muy pequeños para entenderlo, pero lo que sí entienden es que les encanta el mar, la alberca, el calorcito, los cocos, los mariscos y las nieves de garrafa.

¿Cómo te ayuda Alejandro con los niños?
Les monta mini shows, cuenta cuentos, corre, brinca, nada, en fin, me ayuda dedicándoles tiempo.

¿Cómo se han adaptado a tu nueva casa en esta nueva ciudad?
La casa es mega antigua, pero es una joya en el corazón de Sevilla que me encanta. Estábamos justo en el momento de adaptación cuando nos tuvimos que encerrar. Los niños ya iban al “cole” y yo retomaba mi rutina de ejercicio. Teníamos todo listo para el bautizo de

, pero no se pudo por la situación en España y el mundo. Ya lo haremos más adelante.

¿Por qué Sevilla después de París?
Porque Alejandro está entrenando rejoneo y a mi no me dicen dos veces de mudarme a España. Yo soy muy feliz acá y quiero que mis hijos vivan una esencia cultural como esta a la que siento tan cerca. Alejandro vivió 20 años aquí y para él es su casa más que ningún otro lugar del mundo. Yo amo caminar a todos lados, me siento en forma tan solo de caminar y caminar, a pesar de comer tanto pan y grasas.

¿Cómo le hiciste para recuperar cuerpazo? ¿Cuál es tu rutina?
¡Muchas gracias! Pilates y bici tres veces a la semana y ayuno intermitente un par de días a la semana. Me gusta comer sano y rico, como de todo; papitas con chile y todo eso que me encanta, pero no lo hago muy seguido. No como entre comidas, en gran parte porque los niños me tienen extra ocupada y siento que eso ayuda.

Todavía son pequeños pero ¿cómo vas a bordar con ellos el tema de la violencia, el feminismo y el matrimonio igualitario?, por ejemplo.
Con mi ejemplo y amor. Trataré de que no le tengan miedo a nada, que sean libres y felices, respetuosos con los demás y consigo mismos.

Como mamá, ¿cómo manejas el tema de la diversidad sexual y qué harías como madre si alguno de tus hijos te plantea el hecho de que es homosexual?
Para mí es absurdo pensar que es raro o mal visto ese tema. El amor es el amor, no importa el envoltorio en el que venga. Los seres humanos nacemos libres y si uno de mis hijos me lo plantea, cayó en blandito porque lo voy a comprender, apoyar y ayudar a que sea aún más feliz. Alejandro piensa igual. Que sean felices, no importa más nada